El Monacordio de Punchao
Un clavicordio en la alta sierra peruana

         En nuestro viaje realizado en enero de 2006 al Valle del Río Marañón, hallamos en el pueblo de San Luis, restos de un monacordio (clavicordio), consistentes en una caja en buen estado de conservación, pero sin cuerdas, y con una sola tecla. El mismo se encontraba allí, en un taller de lutería a cargo de la "Operación Mato Grosso", pero el encargado nos comentó que el instrumento provenía del pueblo de Punchao. Una primera aproximación a las características del instrumento nos indican que el mismo podría ser obra del constructor de órganos Lorenzo Ycho, autor del realejo existente actualmente en el templo de San Roque, de dicha localidad.

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         El clavicordio es un cordófono percutido accionado por teclado, probablemente derivado de un monocordio policórdico que existió en los siglos XII y XIII, según nos relata el musicólogo Curt Sachs en su Historia Universal de los Instrumentos Musicales. Resalta claramente la contradicción de términos, en cuanto se entiende que un monocordio posee una sola cuerda, y según se alargue o acorte la sección vibratoria, esta sirve para producir varios tonos de la escala natural. Este principio es utilizado por los clavicordios ligados para generar tonos a distancia de grados conjuntos en una escala musical, es decir que una sola cuerda produce dos o tres tonos cercanos. En cambio los clavicordios llamados libres, poseen una cuerda independiente para cada nota, estos últimos cobraron un mayor auge a mediados del siglo XVIII, cuando el fortepiano comenzaba a desplazar al clave.

Monacordio de Punchao

         Las cuerdas se ponen en vibración por tangentes metálicas que las golpean al ser accionadas por las teclas, las palancas se encuentran ubicadas entre la tabla armónica y el encordado. El sonido producido por este instrumento es de escasa sonoridad, aún menor que el de una guitarra acústica moderna, pero dentro de sus límites es meritorio apreciar un rango dinámico que el ejecutante puede inferirle, muy delicado y expresivo, pudiendo emitir un vibrato (variación en frecuencia) sobre cada tono, al variar la tensión en las cuerdas, algo técnicamente imposible en los claves y pianos. Con todo, su función principal, era el entrenamiento de los organistas y clavecinistas, en Alemania, en tiempos de Bach, llegaron a construirse con dos teclados y pedalera.

         El instrumento se hizo muy popular en toda Europa, debido a su bajo costo, pero difícilmente podía usarse para el acompañamiento de voces e instrumentos melódicos; tal rol lo ejercía el clave, espineta o virginal, de uso corriente para el bajo continuo armónico. El tono del clave es generado por el rasgueo de un plectro o uña que acciona transversalmente a cada cuerda, obteniendo así un sonido rico en armónicos, que le es característico. Por lo tanto, pertenecen a dos grupos de cordófonos claramente diferenciados en la emisión del tono, solamente coincidentes en el accionamiento de un teclado común a los órganos, claves y pianos.

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Vista frontal del instrumento

         Para información del lector, debemos advertir que el término clavicordio, fue utilizado en España como sinónimo de clave, circunstancia por cierto harto confusa y contradictoria con lo expresado anteriormente, pero así se lo menciona en casi todas las fuentes escritas, sobre todo en el transcurso del siglo XVIII. En la península ibérica, al clavicordio (llamado así en el resto de Europa) se lo denominaba monacordio, y desde el siglo XVI, el término tecla era utilizado genéricamente para todos los instrumentos de teclado, incluyendo al órgano.

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Vista lateral derecha   El clavijero del instrumento

         En tiempos coloniales en todo el continente americano, el monacordio gozó de una amplia difusión, hasta el punto que sobreviven varios ejemplares o al menos sus restos, junto a los órganos del mismo período. Los claves coloniales, en cambio, están prácticamente ausentes en América, los museos exhiben instrumentos europeos adquiridos durante el siglo XX, y de constructores modernos.

 
Lic. Miguel P. Juárez
Organista
 
Características del Instrumento
         La caja del instrumento de 1049 x 353 x 131 mm, se encuentra construida en madera de cedro de buena calidad, solo algunas partes pequeñas fueron trabajadas en aliso, madera común en la zona, la tabla armónica que se encuentra debajo del teclado, tiene un espesor uniforme de 2.2 mm trabajada en madera de pino, con un modesto calado en la parte central de la misma, esta posee refuerzos del mismo material consistentes en pequeños listones encolados por la parte posterior; De la tabla armónica donde se encontraba el puente no a llegado restos hasta nuestros dias, solo existe pequeños fragmentos adherido al clavijero, los cuales sirvieron para comprobar que también tenia el espesor anteriormente mencionado. Ver Imagen
Ausencia de tabla armónica
derecha del instrumento
 
         El instrumento fue concebido con un total de 42 teclas de Do–La y con la respectiva octava corta que era algo común en la época, la medida de la octava es de 155 mm, de este teclado solo existe la tecla Nº 1, la cual muestra dimensiones y características similares a los órganos coloniales que por la zona se encuentran, la base de esta tecla también se encuentra construida en cedro, pero de menor densidad.
         
No existe resto alguno de las tangentes, pero si se encuentra gran cantidad de clavijas de hierro claramente forjadas a mano, dentro de las cuales algunas son de diferente manufactura, en estas clavijas encontramos restos de cuerdas, aunque estas son de épocas posteriores.
          El estado original del instrumento fue cambiado, agregando una pieza de madera de aliso sobre las teclas para desplazar la ubicación de lo pines posteriores de las cuerdas, intentando de esta forma desligarlo, o por lo menos reducir el número de ligados.
          En inspección realizada a un clavicordio colonial que se encuentra en el “Museo de la Cultura Peruana” en la ciudad de Lima, se puede nota que los cortes del diapasón que se encuentran en el extremo posterior de las teclas, coinciden exactamente con los existentes en el clavicordio de Punchao, lo cual nos llevaría a la conclusión que el instrumento de Punchao, al igual que el del referido museo, se trataría en su estado original de un clavicordio con “Múltiples–Ligados”, y que tendría la configuración siguiente:
Ligado

Par de cuerdas

Do-Fa-Re-Sol-Mi-La-Sib-Si-Do-Do#-Re-Mib 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9. 10. 11. 12 (No ligados)
Mi-Fa-Fa# 13
Sol-Sol#-La 14
Sib-Si-Do1-Do#1 15
Re1-Mib1-Mi1 16
Fa1-Fa#1-Sol1-Sol#1
17
La1-Sib1-Si1
18
Do2-Do#2-Re2
19
Mib2-Mi2-Fa2-Fa#2 20
Sol2-Sol#2-La2
21
 
          Ciertamente esta configuración es la común en muchos clavicordios de la época, con un total de 21 pares de cuerdas (42 cuerdas), 42 clavijas para la afinación.

          Después de tomar medidas precisas de todas las partes existentes de este clavicordio, a esto sumado los datos ya conocidos de instrumentos contemporáneos a el, fue posible obtener un diseño en CAD 3D de la totalidad del instrumento, de esta forma tenemos una idea del primitivo estado de este clavicordio ligado.
 
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Vista isométrica del instrumento
 
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Imagen Fotorealista obtenida mediante AuoCad 3D
en base al plano levantado del instrumento
 
Alejandro Rodríguez J.
Organero